Solicitamos a través de una comunicación por nota al Gobierno del municipio de Oberá que, en el marco del plan de obras viales, incluya un tercio (1/3) de las obras de cordón cuneta, empedrado y asfaltado sean realizadas en zonas topográficamente bajas.
Ante la infinidad de problemáticas barriales por carencia de obras públicas, pero además llama poderosamente la atención que a medida que se desciende en la topografía de diferentes calles las obras públicas empiezan a escasear, es decir que al llegar a las zonas topográficas más bajas (cerca de los arroyos) NO cuentan con obra pública vial alguna.
Por ello solicitó que, la Intendencia del Gobierno del Municipio de Oberá dentro del plan de obras y servicios públicos para el ejercicio financiero del año 2023 (artículo 136 incisos 19) entre las obras viales a incluir establezca que “al menos” un tercio (1/3) de las obras de cordón cuneta, empedrado y asfaltado sean realizadas en zonas topográficamente bajas.
La Defensoría del Pueblo de Oberá ha tomado conocimiento de infinidad de problemáticas barriales por carencia de obras públicas, pero llama poderosamente la atención que se repite (como regla general, que como tal puede admitir excepciones) la siguiente lógica en materia de obras públicas: “en las regiones barriales que cuentan con obras públicas, en sus zonas topográficamente elevadas ( “cerros y mesetas”) en la vía pública casi siempre hay cordón cuneta, a veces hay empedrado, e incluso puede haber asfaltado. Sin embargo, a medida que se desciende en la topografía de esas calles las obras públicas empiezan a escasear con mayor frecuencia, es decir que en el mejor de los casos puede que haya cordón cuneta y a veces empedrado, pero al llegar a las zonas topográficas más bajas (cerca de los arroyos) NO contar con obra pública vial alguna (carecer hasta del esencial cordón cuneta) para a ser la regla general”.
La lógica en materia de obras públicas descripta en el párrafo precedente obedece, según lo manifestado en conversaciones con la Defensoría del Pueblo por parte de altos funcionarios municipales en que el costo de las obras públicas viales en los terrenos de zonas topográficas bajas son mucho más onerosos (al requerir adicionalmente, en la mayoría de las ocasiones, entubados que canalicen las precipitaciones pluviales) y es por ello que son priorizadas las obras públicas de las demás zonas (altas e intermedias).
Por todo ello, la Defensoría del Pueblo de Oberá solicita que año a año se incluya en el plan de obras y servicios públicos, cuya confección es competencia exclusiva de la Intendencia, de que una proporción de “al menos un tercio” de las obras viales de cordón cuneta, empedrado y asfaltado sean realizadas en zonas topográficamente bajas, para con ello establecer una política de estado que paulatina, pero progresivamente revierta años de atrasos en infraestructura que padecen los ciudadanos que habitan las mencionadas zonas de nuestro municipio. Y que las infraestructuras viales sean planificadas y ejecutadas con una adecuada y oportuna articulación con la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) y el Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (EPRAC) para así aprovechar una misma ocasión para dotar de la mayor cantidad de servicios básicos posibles a la población.